Rafael Ponce, nos habla un poco de sus comienzos en el área audiovisual y cómo llegó a participar en unas de las producciones más grandes actualmente de un conocido servicio de streaming. Pero antes nos comenta cómo recuerda esos momentos especiales de esa etapa que llevamos a lo largo de nuestras vidas.
Vivimos tiempos muy confusos donde no sabemos cómo será el avance de esta complicada pandemia que atraviesa el mundo. Las producciones se han visto afectadas, desde las más destacadas hasta la simple. Rafael, nos habla de reducciones y como la industria en su país natal luego de ser pionera a nivel latinoamericano, pasó a tener poca participación
No adelanto más y dejo que disfruten de esta gran entrevista con Rafael Ponce.
1. Siempre tengo una pregunta clave para los invitados: ¿cómo recuerdas tu infancia? Crees que un poco de ella se la has trasmitido a tu hijo.
“Tuve una niñez muy chévere, muy feliz. Crecí rodeado de un comité femenino. Mi entorno muy cercano estaba conformado por mi bisabuela, mi nana, mis tías, mi abuela, y mi madre, y eso no significó estar ausente del contacto con los deportes de pelota, que eran los que más me motivaban, sobre todo el fútbol y el béisbol. Siempre se me inculco, fomento todo el tema del vínculo con las artes, la creatividad con la pintura, con la música.... Aunque no tengo muchas aptitudes para esas áreas, siempre tuve contacto con la cultura popular.
Mucho de eso que recibí cuando era niño se lo intento transmitir a mi hijo. Evidentemente son otros tiempos, otros intereses, incluso de los chamos, y como otras sensibilidades más visibles como lo es la tecnología, que es adictivo; pero siempre estoy tratando de inculcarle la esencia de lo que yo viví cuando era pequeño.”
2. Comenzaste en el área audiovisual, específicamente en la publicidad. Trabajaste con grandes marcas venezolanas. ¿Qué cambios has visto en la publicidad desde aquel momento hasta ahora?
“Comencé con publicidad, y sigue siendo el trecho más grande con mi carrera profesional como productor. Tengo más de 20 años siendo productor, y en todos esos años he trabajado en publicidad. Cuando yo llegue a la publicidad, que fue en el año 99 ó 2000, ya se hablaba mucho de cómo venían decayendo los presupuestos de producción, un poco por la situación del país, y la gente que venía de una década antes participando en el mercado laboral audiovisual publicitario, hablaba mucho de cómo se estaban reduciendo las partidas y como aquellas grandes campañas que se iban a filmar a Cancún, Aruba, Curazao o Los Roques ya no se estaban rodando en esos lugares sino que se trasladaban a Margarita o Morrocoy.
Luego fui testigo de cómo se fue cerrando aún más, y ya era muy raro ir a Los Roques o ir a Margarita. Si había alguna filmación que involucra playa, seguramente se resolvía en La Guaira; luego años más tarde vi mutar eso a, si había una situación con agua, íbamos a una piscina para no salir de la capital: como también vi desaparecer escenas que originalmente estaban sugeridas a una locación de este tipo porque tampoco acompañaban al guión.
Yo creo que la llegada del mundo 2.0 y los medios digitales abarato mucho el nivel de producción haciéndolo por un lado más democrático, porque sin duda más personas están teniendo acceso a hacer producciones, pero también género que muchas de las piezas que se hacían con altos estándares dejarán de contar con los presupuestos que permitían hacerlas acordes a esos estándares; entonces, se empezó a trabajar en formatos más chicos, que muchas veces dan buenos resultados; se empezaron a plantear nuevas formas de producir o alternativas de producción más económicas. Pero por lo general, cuando las comparas con muchas de las piezas que se hacían antes con valores de producción evidentemente se nota la diferencia.
El cambio más grande que he visto con la llegada de la crisis, que ha sido mundial, (pero en el caso de Venezuela fue potenciada por nuestra problemática política y económica), es como muchas de las grandes marcas para las cuales trabajamos se han ido quedando sin dinero para producir y llevar a la pantalla piezas publicitarias audiovisuales.
Cualquiera de los inversionistas más grandes de la torta publicitaria venezolana ha disminuido muchísimo su inversión, por no decir que está suspendida hasta nuevo aviso, porque cada vez se producen menos cosas y si pensamos en piezas como valores y valores de producción es más escaso aún.
3. Tengo entendido que tu productora (El Living TV) nace hace 8 años por iniciativa de tu grupo de amigos, que ya tenían ese interés de tener algo propio bajo su propio dominio.
“Vengo de haber tenido un equipo de producción freelance con el cual trabajé para varias de las productoras en la década de los 2000 y que eran referentes del mercado venezolano. Luego quedé como gerente de producción de una empresa que se llamaba Prime Time, que era la productora que más filmaba en el país para aquel tiempo. Fue una escuela para mí, trabajé mucho de la mano con Hans Hoj, que después fue mi socio fundador de El Living en el 2011, cuando decidimos lanzar una marca que se pareciera a nosotros, que tuviese una impronta profesional, pero, por otro lado, con mucho calor de hogar y que fuese una marca que no dependiera de un despliegue empresarial corporativo, ni de un músculo gigante, y mucho menos buscar convertirnos en una empresa fría. Siempre la vimos como un hijo que debíamos alimentar y cuidar.
Participaba gente de nuestro entorno más cercano con la que teníamos mucha afinidad para trabajar. En El Living siempre hemos podido contar con gente muy talentosa, pero también muy buena onda, que ha sido como un requisito muy importante para que la sinergia del trabajo en equipo fluya.”
4. ¿Extraña Rafael Ponce trabajar en Venezuela con su productora?
“Extraño muchísimo trabajar con mi productora en caracas, con la misma gente con la que trabajaba en caracas, hace apenas 3 o 4 años atrás. Éramos un grupo que en un momento llegó a alcanzar como empleos directos en El Living casi 20 personas. Era un ambiente agradable, súper chévere. Fuimos una familia disfuncional, como todas las familias, pero muy querida y productiva.
Rodábamos 4 – 5 días al mes con un ritmo de trabajo increíble. Hacíamos producciones en Venezuela para clientes importantes, y llevábamos muchas producciones de Centro América al país, aprovechando el tema de los costos atractivos por nuestro tema cambiario y del buen nivel que hay Venezuela para producir.
Esos tiempos fueron muy felices… los extraños un montón. Extraño compartir con mis socios la misma oficina que compartíamos los 3, como también extraño tomar el auto y en 5 minutos estar en mi casa; no como me pasa ahora, que muchas veces mi set de filmación está a varios kilómetros o aviones de distancia de mi casa, lo cual ha significado un cambio y un sacrificio importante. Extraño trabajar en caracas y trabajar para agencias y clientes que son nuestros panas. Nos sentíamos a gusto trabajando con ellos.”
“Extraño muchísimo trabajar con mi productora en caracas, con la misma gente con la que trabajaba en caracas, hace apenas 3 o 4 años atrás. Éramos un grupo que en un momento llegó a alcanzar como empleos directos en El Living casi 20 personas. Era un ambiente agradable, súper chévere. Fuimos una familia disfuncional, como todas las familias, pero muy querida y productiva.
Rodábamos 4 – 5 días al mes con un ritmo de trabajo increíble. Hacíamos producciones en Venezuela para clientes importantes, y llevábamos muchas producciones de Centro América al país, aprovechando el tema de los costos atractivos por nuestro tema cambiario y del buen nivel que hay Venezuela para producir.
Esos tiempos fueron muy felices… los extraños un montón. Extraño compartir con mis socios la misma oficina que compartíamos los 3, como también extraño tomar el auto y en 5 minutos estar en mi casa; no como me pasa ahora, que muchas veces mi set de filmación está a varios kilómetros o aviones de distancia de mi casa, lo cual ha significado un cambio y un sacrificio importante. Extraño trabajar en caracas y trabajar para agencias y clientes que son nuestros panas. Nos sentíamos a gusto trabajando con ellos.”
“Lo primero que puedo manifestar es que tenemos que aprender muchísimo y prepararnos mucho, porque nosotros no somos España y no venimos de la formación del día a día produciendo series. El crew de Vancouver que estaba involucrado en la producción estaba conformado por gente que tiene 2, 3, 4, 5 series acuestas y, por supuesto, en nuestro caso no tenemos ese antecedente. De hecho, en la región latinoamericana, en muy pocos países hay profesionales con suficiente experiencia dentro del tema de series porque es bastante reciente.
Nos quedó el interés por seguir formándonos, capacitándonos y continuar el contacto con ese tipo de contenidos; lo otro que puedo destacar es el rigor técnico con el cual se pre produce la serie y con el que se trabaja que, ciertamente, nos dejó un montón de enseñanzas de cara al futuro. Por último, presenciamos y compartimos toda esa sinergia que se genera entre todo el equipo que se ve involucrado. Quedamos totalmente motivamos para seguir ese camino.”
6. ¿Qué fue lo más complicado que afrontó tu producción al momento de rodar ese capítulo clave de La Casa de Papel?
“Hubo varias complicaciones importantes en Panamá; La primera fue el tema climático, que no es fácil porque llueve mucho. Se debe producir en lo que ellos denominan el verano, que son los 4 meses donde menos llueve, pero el calor sigue estando presente; lo segundo es que había complicaciones de carácter logístico muy importantes, porque había que rodar unas escenas en el archipiélago de San Blas, kuna Yala (es un nombre indígena). Este es un archipiélago donde básicamente no hay energía eléctrica y todo se traslada vía lanchas de pescadores. Es un lugar que está regentado por la comunidad indígena que es autónoma y todas las gestiones oficiales, apoyo logístico y colaboraciones debes gestionarla con ellos. Son bastante cerrados y complicados en sus procesos, lo cual nos llevó unas cuantas semanas poder estructurar toda la logística de los traslados de los suministros, los equipos, las pernotas, el hospedaje… todo lo que tenía que ver con el soporte logístico de la producción y que es sumamente complejo. No había energía eléctrica, se trabaja con plantas; se duerme en chozas muy lindas pero muy básicas... fue toda una experiencia muy en la tónica del turismo de aventura, pero en una producción es bien difícil.
En la ciudad también tenían muchas complejidades. Apoyo policial, persecuciones, drones, trancas de calles, tomas de acción, persecuciones con equipos policiales reales… había una cantidad de aspectos logísticos que había que considerar.
Fueron dos semanas de rodaje. En total estuvimos involucrados un par de meses en todo lo que fue la pre producción, producción y cierre del proyecto. El resultado está a la vista.”
Cortesía de Twitter. @rafacop |
“En esta realidad del COVID-19 básicamente la industria está tratando de adaptarse a las medidas de máxima precaución a nivel sanitario. Se están aprobando protocolos en todos países, mediante los cuales nos tenemos que regir, pasando por unos pasos que son bastante estándar. He visto varios: Estados Unidos, España, México… son muy similares.
Hay que reducir el tamaño de los crew de trabajo, sanitizar las locaciones, los camiones, los equipos, evitar al máximo las reuniones de carácter presencial, limitar la prueba de vestuario… tratar de ser más asertivo, más concreto, más rápido, menos complejo. Esto, aunque suene muy complejidad enorme y todo el protocolo de bioseguridad es complejo, creo que al final nos va a llevar a que entendamos que mucho de los procesos que nosotros podemos realizar es mucho más expedita. Eso nos va a ayudar a derribar muchos mitos que tenemos. Nos hará más ágiles, tal vez costos eficientes y rendidores.”
Cortesía de Twitter. @rafacop |
8. Venezuela es reconocida a nivel global por tener excelentes comunicadores y especialistas en el área, bien sea en periodismo o audiovisual. ¿Qué mensaje compartes con todos esos estudiantes que luchan con los conflictos del país para seguir formándose y ser grandes profesionales?
“Lo más importante es que cada uno de esos estudiantes que están en este momento en un proceso de formación se crean la película… deben creer que sí tienen las capacidades para hacer cosas importantes (y que no necesariamente tienen que ser que sueñen con ganarse un Oscar o un premio Pulitzer, o ser un actor famoso por haber interpretado X o Y).
Los grandes logros pasan por cosas incluso más sencillas por tener una trayectoria con la que se sientan felices, por hacer proyectos que le gusten y sean reconocidos poco a poco; por ir surgiendo y garantizar un éxito económico, que también de estar presente.
Creerlo, atreverse… echar hacia delante. No tener miedo a equivocarse y aprender de los errores, que siempre van a ocurrir. “
si quieres saber más de Rafael Ponce, puedes visitar sus redes sociales en los siguientes enlaces:
Twitter: @rafacop
Instagram: rafacop
Pagina Web: www.elliving.tv